miércoles, 18 de junio de 2014

FISCALES QUE INVESTIGARON A CÉSAR ÁLVAREZ PUSIERON EN SITUACIÓN INCÓMODA A PELÁEZ

Fiscales que investigaron a César Álvarez pusieron en situación incómoda a Peláez

Todos los fiscales de Áncash que eran removidos por José Peláez Bardales apenas levantaban alfombras manchadas de escándalos y sangre en esa región, ofrecieron el lunes ante el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) un cúmulo de testimonios que ponen en situación embarazosa al exfiscal de la Nación.
El CNM investiga a la exautoridad, precisamente, por haber cambiado de despacho o despedido de la institución a nueve fiscales que sin dejarse amedrentar decidieron llevar adelante investigaciones contra el otrora intocable presidente ancashino, César Álvarez.
El lunes les tocó declarar y llegaron en fila. Ninguno se guardó secretos. Contaron cómo los amenazaban y revelaron la orfandad que padecieron de su propia institución.
“Utilizaron a Control Interno (de la Fiscalía de la Nación) para presionarme”, le dijo el fiscal anticorrupción de Huaraz, Luis Checa Matos, al único consejero presente del CNM que los escuchaba, Gastón Soto Ballenas.
Checa es el fiscal que en el 2012 dispuso inspeccionar una camioneta del gobierno regional que aparentemente transportaba dinero para pagar a simpatizantes de Álvarez. También fue el magistrado que logró determinar presunta sobrevaloración de costos en el estadio de Huaraz, Rozas Pampa, construido con fondos de la administración regional.
Después de ello, no fue más fiscal anticorrupción y el entonces jefe de Control Interno de la fiscalía, Carlos Ramos Heredia, pidió su destitución. 
En su última visita a Áncash, antes de dejar el cargo de fiscal de la Nación, Peláez aseguró que la Fiscalía no lo destituiría, pero Control Interno aún no soluciona el pedido que hizo en su momento Ramos Heredia, y menos aún resuelve la denuncia que hizo contra él nada menos que César Álvarez.
NANCY MORENO
Hoy, la fiscal superior Nancy Moreno es la fiscal coordinadora del Santa, la más importante de esa provincia. Pero en los tiempos de César Álvarez –y de Peláez– no la pasó nada bien.
En setiembre de 2012, como jefa de los fiscales anticorrupción del lugar, ofreció una conferencia de prensa para respaldar la labor de los fiscales anticorrupción del caso ‘La Centralita’, Jenny  Vilcatoma y Juan Toledo. Y, además, para denunciar que los dos venían siendo objeto de constantes amenazas de muerte.
“En plena conferencia de prensa llamaron de FN (Fiscalía de la Nación) y ordenaron que se la suspenda porque supuestamente no había sido autorizada. Pero el doctor Emilio Llanos (fiscal superior decano encargado en ausencia del titular, Dante Farro) sí la había autorizado”, le contó Moreno al CNM.
En su conferencia, la fiscal Moreno había sostenido que las investigaciones debían esclarecer denuncias de presunta malversación de fondos públicos que comprometían a César Álvarez y esas declaraciones habían sido conocidas en Lima. Entonces, ocurrió algo más.
“Llamaron de la oficina de Imagen de FN a Imagen de Chimbote, exigiendo que me rectifique. El jefe de Imagen de la Fiscalía del Santa llegó corriendo con su teléfono y me pasó con esa persona”, narró Moreno.
“Doctora Moreno, usted ha dicho esto, tiene que rectificarse”, le dijo la voz al otro lado del teléfono.
“Disculpe, pero usted no es mi jefe, no tengo por qué darle cuenta a usted y no me voy a rectificar”, respondió Moreno y dio por terminada la comunicación.
Nunca se rectificó, y aunque no recordó el nombre del presunto funcionario que le pidió modificar sus declaraciones críticas sobre Álvarez, el CNM debería consultarle a Peláez si le ordenó a su personal de Imagen llamar a Moreno para hacerle ese pedido, o preguntárselo al gerente de esa oficina en la gestión anterior, Raúl Sánchez Villacorta.
Moreno también recibía constantes amenazas y ya le habían asignado seguridad personal. Pero se movilizaban en taxi con ellos, no en vehículo del Estado. Eso la convertía en presa fácil.
Pese a que desde julio de 2012 la oficina de Administración de la Fiscalía del Santa había aprobado el presupuesto para ello, el fiscal superior decano Dante Farro recién le asignó el vehículo tres meses después. Hoy, Farro es investigado por ser parte presuntamente de la red encabezada por César Álvarez.
“ASHÁNINKAS EN LORETO”
La fiscal Jenny Vilcatoma nunca pidió su cambio –como se ha querido hacer creer– pese a la brutal campaña intimidatoria y amenazante que se montó contra ella.
Cuando denunció que su vida corría peligro, César Álvarez, su investigado, llegó a tildarla de “payasa” y “mentirosa”. Fue esta fiscal quien declaró en el complejo caso ‘La Centralita’, en uno de los últimos actos que pudo hacer en los minutos finales de su estancia en Áncash, antes de ser enviada a Loreto por el fiscal Peláez Bardales.
Y fue ella quien le tomó a Ezequiel Nolasco aquella extensa y extenuante declaración en la que el adversario de Álvarez dijo: “Planificaron asesinarme en ‘La Centralita’” (Diario 16, 23-03-14). En pleno interrogatorio, el presunto sicario ‘Goro’ lo llamaba por teléfono para amenazarlo.
Conocida la decisión de Peláez del traslado de Vilcatoma a la Fiscalía de Loreto, Álvarez declaró: “Ahora dirá que en Loreto la amenazan los shipibos, los ashánincas (sic)”. Probablemente con el mismo tono sarcástico con el que se refirió a Ezequiel Nolasco como “Supermán”, luego de sobrevivir al primer atentado que sufrió.
Esta investigación en el CNM ya tiene un año y medio, y ya no hay motivos para que camine con pies de plomo, como ocurrió antes. Seguramente el CNM le pedirá a Peláez Bardales sus descargos, como corresponde.
Pero no hay duda de que los testimonios de los nueve fiscales dejan mal parada a la autoridad del Ministerio Público. 

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